La cadena hotelera Hidden Away Hotels tiene establecimientos en Mallorca, Madrid y Sevilla, y su última gran apertura es Seda Club.
El Seda Club Hotel se ubica en una esquina de la Plaza de La Trinidad, siendo el primer hotel Gran Lujo de la cadena Hidden Away Hotels en Granada. Se encuentra en un edificio llamado Los Guerrilleros debido a la zapatería que ha estado ubicada allí durante muchos años. Este establecimiento, discreto pero impresionante, otorga a la capital nazarí un emblema elegante y cosmopolita sin dejar de ser evidente su ubicación.
El estudio Rockwell Group de Nueva York se encarga del diseño de interiores, que ha realizado obras impresionantes como el mirador sobre la Zona Cero o la escenografía de los Premios Oscar. Granada recibió su nombre debido a su papel destacado en la Ruta de la Seda, ya que durante los siglos XIV y XVIII la ciudad se convirtió en un destacado centro mundial en la producción y exportación de seda. Muy cerca del hotel se encuentra la Alcaicería, un laberíntico entramado de callejuelas que recuerda un zoco árabe y que fue fundada en el siglo XIV para el comercio de este exquisito material.
La cercana Catedral de Granada proporciona unas vistas magníficas desde la azotea de techos artesanados y sobre las copas de los árboles de la Plaza de la Trinidad. Así, el rooftop del Seda Club Hotel se revela como el lugar perfecto para disfrutar de un cóctel o una copa al caer la tarde.
Al ingresar a cualquiera de las 21 habitaciones del Seda Club Hotel, uno accede a un mundo lleno de encanto y un duende andaluz mágico. La Alcoba Real corona las otras cinco categorías que se ofrecen y tiene unas dimensiones impresionantes de 75 m2. A pesar de que la Gran Deluxe y su hermosa bañera exenta son las más destacadas, en todas las habitaciones se percibe un ambiente de lujo apacible: colchones de última generación, sábanas de algodón egipcio de 500 hilos, amenities de L’Occitane y kimonos orientales de pura seda que apetece llevar todo el tiempo.
En el Seda Club Restaurant, el chef Rubén Castro ofrece una propuesta gastronómica con un aire andaluz inevitable. Para el disfrute del comensal, la carta incluye productos provenientes de los mercados locales, como un exquisito tiradito de quisquilla de Motril con vinagreta de yuzu y sal de miso, la parpatana de atún rojo con glaseado de ibérico o el rabo de toro al estilo Marco Polo. Si todavía hay espacio, como debería, la torrija de mango y la sopa fría de chocolate blanco merecen una ovación.
En la biblioteca hay una puerta oculta que nos lleva a un lugar oculto y acogedor llamado El Clandestino. Se disfruta especialmente en este rincón privado de las obras de arte que atraen las miradas en todos los espacios y habitaciones del hotel. La colección de arte oculta perteneciente a la familia Jiménez Cordón, quienes poseen el Seda Club Hotel, se dona a la Ruta de la Seda. Estas obras que ahora se pueden contemplar en el hotel se han expuesto en algunos de los prestigiosos escaparates, como la Bienal de Venecia o el MoMA de Nueva York.
Después de una jornada explorando la ciudad de Lorca, el spa del Seda Club Hotel es el lugar ideal para descansar. Cuenta con una piscina de hidromasaje y una ducha de sensaciones con cromoterapia y fragancias de aceites esenciales, y es completamente privado.